Conoce a Cervantes

1547

Nacimiento

Cita sobre el nacimiento de Miguel de Cervantes Saavedra

Miguel de Cervantes Saavedra nace en Alcalá de Henares en 1547, probablemente el 29 de septiembre, día de San Miguel, como parece indicar la costumbre de llamar a los niños según el santo del día en que nacieron y de ser bautizados tempranamente. El bautismo se celebró en la ya desaparecida iglesia de Santa María la Mayor de Alcalá de Henares, el 9 de octubre de ese mismo año, como confirma la partida de bautismo que conserva el Ayuntamiento de esta ciudad.

1548

Primeros años: familia e infancia

 

Fachada calle mayor del Museo Casa Natal de Cervante, Fotografía en blanco y negro

Son escasos los datos conservados sobre su infancia y juventud. Bisnieto del pañero cordobés Ruy Díaz de Cervantes, nieto del licenciado Juan de Cervantes e hijo de Rodrigo de Cervantes. Su padre, “zurujano sangrador” —un oficio a medio camino entre barbero y médico—, se desposó con Leonor de Cortinas, vecina de Arganda del Rey, con quien tuvo siete hijos: Andrés (que falleció a los pocos días de nacer en 1543), Andrea (1544-1609), Luisa (1546-162?), Miguel (1547-1616), Rodrigo (1550-1600), Magdalena (1553-1611) y Juan (1555-?).

Miguel de Cervantes nace en la vivienda familiar, propiedad de su abuelo Juan, ubicada en la calle Imagen, de Alcalá de Henares, donde actualmente se encuentra el Museo Casa Natal de Cervantes.

Su padre decide partir hacia Valladolid en 1551. Establece su negocio en el barrio de Sancti Spiritu, aunque no sabemos a ciencia cierta si este traslado se realiza junto a su mujer e hijos, su madre, Leonor de Torreblanca, y su hermana, María de Cervantes. Por aquel tiempo Valladolid es la nueva capital de España gracias a Felipe II, y el zurujano intenta hacerse un hueco y encontrar una clientela más adinerada que la complutense. Tras esta ciudad vendrán otras, como Córdoba y Sevilla. Es posible que Rodrigo huya de las deudas que ha ido contrayendo durante estos años y, sobre todo, de su pasado en prisión.

1567

Juventud

Fragmento de "La Galatea"

Hasta 1567 no volvemos a tener noticias de nuestro escritor. Comienza a estudiar bajo las enseñanzas del humanista y catedrático, del Estudio de la Villa de Madrid, Juan López de Hoyos. Es precisamente este catedrático quien selecciona uno de sus sonetos dedicado a la reina Isabel de Valois, esposa de Felipe II, en un libro conmemorativo titulado La Muerte De La Reina Doña Isabel De Valois. Es el primer testimonio escrito que tenemos de él.
La siguiente noticia no es tan favorable. Gracias a una provisión real fechada en septiembre de 1569 sabemos que se busca a un joven estudiante llamado Miguel de Cervantes, que ha herido en duelo a Antonio Sigura. Cervantes, ante a esta orden de búsqueda, huye del país y busca fortuna en Roma, donde trabaja como camarero al servicio del cardenal Acquaviva.

1571

Cautiverio

Cuadro «Cervantes en Lepanto» de Ferrer Dalmau, representa al joven soldado herido en el fragor de la batalla

El episodio más conocido por todos es su participación en Batalla de Lepanto. En 1571, junto a su hermano Rodrigo, se embarca en la galera Marquesa de la compañía militar de Don Diego de Urbina para luchar con las tropas cristianas de laLiga Santa, que se enfrentaría contra las turcas otomanas. De todos es conocido que Miguel resulta gravemente herido: recibe dos disparos de arcabuz en el pecho y un tercero en el brazo. Desde entonces se le conoce como el “Manco de Lepanto”.

El cuadro “Cervantes en Lepanto” de Ferrer Dalmau, representa al joven soldado en el fragor de la batalla justo en el momento de ser herido por vez primera -lo sería otras dos más- por una bala turca.

1577

Retorno a España

Galatea: dividida en seys libros París, 1611. Compuesta por Miguel de Cervantes

Finalizada la contienda y convertidos en «soldados aventajados», ambos hermanos regresan a España. Miguel lleva consigo dos cartas de recomendación firmadas por don Juan de Austria y el duque de Sessa que, aparentemente, le garantizarán un futuro prometedor en las Indias o en la corte. Pero, en el camino de vuelta, caen presos de corsarios berberiscos frente a la costa catalana y son conducidos a una cárcel de Argel. De este episodio, Rodrigo pudo ser rescatado en 1577, pero Miguel tiene que sufrir cautiverio hasta el 19 de septiembre de 1580. Gracias al rescate pagado por los trinitarios fray Juan Gil y fray Antón de la Bella, puede salir de Argel y llegar a España tras cinco años de cautiverio y cuatro intentos de fuga.
Estos avatares marcaron su carácter, pero también a su familia, que tiene que hacer frente a los gastos que genera una casa y a las deudas adquiridas con los intentos de rescates de ambos hijos. Cervantes, lisiado de guerra y con sus dos cartas de recomendación, intenta obtener un puesto en las Américas, pero todas las puertas se le cierran. Ha de encontrar un matrimonio ventajoso y un oficio que le ayuden a salir de esta situación.
De su vida amorosa pocos datos se saben. A los 37 años conoce a su gran amor, Ana Franca de Rojas, con la que concibe a su única hija, Isabel de Saavedra. Pero sorprendentemente, a pesar del amor que se profesan, acaba desposándose con Catalina de Palacios Salazar, natural de Esquivias.
Durante estos años de aventuras, el escritor escribe varias obras teatrales. Se conservan Los tratos de Argel y La Numancia. Hay constancia de que mostraba gran interés por el género teatral y de que algunas de sus obras se llevaron a escena en los corrales de Madrid. Además de teatro, Cervantes también escribe novela. En 1585, año del fallecimiento de su padre, ve la luz en la calle Libreros de Alcalá de Henares su primera gran novela, La Galatea.
Poco después de su boda, la pareja se separa geográficamente. Catalina decide quedarse en Toledo mientras que él acepta un trabajo de comisario de abastos que le obliga a viajar por Andalucía. Dedicado a recaudar y requisar el grano para el rey, ha de hacer frente a nuevos escándalos y problemas con la ley.

1600

Últimos años

 

Página de El ingenioso Hidalgo Don Qvixote de la Mancha. Compuesto por Miguel de Cervantes Saavedra, Em Lisboa. Impreso com lisença do Santo Officio por Iorge Rodriguez Anno de 1605

Tras su estancia por tierras andaluzas, en 1600 Cervantes se establece en otras ciudades, como Toledo y Valladolid, donde compone y escribe sonetos, comedias, etc. El éxito le llega en 1605 con la publicación en Madrid de la primera parte de su inmortal obra, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Por aquel entonces vive en la ciudad de Valladolid, pero pronto se traslada definitivamente a Madrid (1606).
Decide instalarse cerca de Huertas, en el hoy conocido como Barrio de las Letras. Sus vecinos son escritores tan conocidos como Lope de Vega (ambos viven en la misma calle Francos, actual Cervantes), Francisco de Quevedo o Luis de Góngora. A pesar de la aparente prosperidad literaria de estos años, en los que publica las Novelas ejemplares (1613), Viaje del Parnaso (1614) y la Segunda Parte de El Quijote (1616), Cervantes no deja de tener problemas con sus vecinos los literatos y con la justicia.
Con respecto a su familia, se sabe que sus tres hermanas se hacen novicias (Luisa llega a ser tres veces priora del Convento de la Imagen de Alcalá). Su esposa Catalina ingresa en la Orden Tercera de San Francisco, donde también estaban sus hermanas Magdalena y Andrea. Esa devoción religiosa también alcanza a Miguel de Cervantes, que decide entrar en la Congregación de los Esclavos del Santísimo Sacramento y, posteriormente, toma los hábitos y pronunciar sus votos definitivos en la misma Orden en la que habían estado su mujer y hermanas.
Ya enfermo, nuestro escritor finaliza el Persiles, su última obra que se publica a título póstumo en 1617. En ella relata “Ayer me dieron la extremaunción y hoy escribo ésta; el tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y, con todo esto, llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir…”.
Un 22 de abril de 1616 muere. Su cuerpo es inhumado al día siguiente, siguiendo la Regla de la Orden Tercera de San Francisco. Es enterrado en el Convento de las Trinitarias, lugar cercano a su casa madrileña, aunque lamentablemente hoy en día desconocemos el paradero de sus restos, que se dispersaron a finales del siglo XVII cuando se reconstruyó el convento que los acogía.

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